En 1981, la primera congregación evangélica en Cantabria se estableció en Santander, gracias a la iniciativa de la familia Drost enviada por la misión evangélica Atlantic Mission. Posteriormente, en 1992, surgió la segunda congregación en Cabezón de la Sal, llamada Iglesia Nueva Vida Cantabria, dirigida desde entonces por el pastor Jesús Calvo. Además, en 1995, se constituyó la tercera congregación en Torrelavega, bajo la dirección del pastor César Seijas Mazón en el año 2000.

Desde sus inicios, las congregaciones se han esforzado por socializar el movimiento evangélico en España, enfrentando el desconocimiento y la falta de aceptación que ha prevalecido hacia las iglesias evangélicas en un país de fuerte tradición cristiana. Predicando el evangelio de Cristo, las iglesias evangélicas proclaman a Jesucristo como el hijo de Dios, nacido de la virgen María, que murió por los pecados de la humanidad, resucitó y volverá a juzgar a vivos y muertos, siendo el único mediador entre Dios y las personas.